Cuando nos dedicamos a escudriñar la forma como se aplica la justicia a las personas mayores en Colombia, no tenemos la menor duda para afirmar que la JUSTICIA COLOMBIANA ES IGNIOMINOSA, con este numeroso grupo de Colombianos.

Los juzgados, los Tribunales y el Consejo de Estado, tienen sus anaqueles repletos de expedientes de personas mayores, a los que los Fondos de Pensiones les otorgaron una pensión y años después se la demandan y la persona mayor, con edades de setenta, ochenta, noventa y más años debe buscar con que contratar un abogado que impida que le arrebaten el único medio de sustento, y lo más grave esa demanda tiene fecha de iniciación pero no tiene tiempo estipulado para terminar, entonces esa persona mayor, se sumerge en la tristeza en la desesperación de saber que posiblemente tendrá que recurrir a la pensión de PETRO de los $ 223.000 después de haber trabajado y cotizado durante mas de 25 años, y lo peor se viola la convención sobre protección de los derechos humanos de las personas mayores que en el artículo 31 dice que la “JUSTICIA DEBE SER EXPEDITA” En Colombia un proceso pensional dura más de 10 años y en muchas ocasiones cuando termina el doliente ha muerto y en condiciones verdaderamente lamentables, pueda ser que el Presidente le aplique ese dicho de “COLOMBIA UNA POTENCIA MUNDIAL DE VIDA” también a las personas mayores.

En el año 2020 se aprobó la Ley 2055 de 2020 y en Septiembre del 2022 se termino el trámite en la Cancillería, los adultos mayores estamos esperando que se reglamente dicha Ley, pero como tantas otras leyes esta paso a ser un verdadero saludo a la bandera, los Jueces Y magistrados no la aplican y la convencionalidad la desconocen los personajes que redactan las sentencias, que bien sabemos que no son los Jueces o los Magistrados, son lamentablemente los secretarios y oficiales mayores de los Tribunales, Consejo de Estado, Corte Suprema y Corte Constitucional, los que se dedican a copiar y pegar y a veces aparecen hasta dos nombre en una Sentencia, ya que los Jueces y Magistrados parece que no las leen , los Magistrados se dedican a las fiestas, viajes, conferencia y la docencia universitaria, pobre mi querida Colombia, pobre de nosotros las personas mayores.

Esta semana tenemos la elegante visita de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y han reiterado hasta la saciedad, la obligación de la Justicia Colombiana de aplicar la convencionalidad, es tanto lo que han insistido que hoy el  Sr. Presidente de la República advertía que los fallos de este alto tribunal eran de obligatorio cumplimiento y  que también se debía cumplir con la CONVENCIONALIDAD.

Esperemos que los Jueces y Magistrados empiecen a analizar la proyección de las sentencia, colocando punto de estricto cumplimiento, las Convenciones que nuestro país ha suscrito con organismos Internacionales y después aplicar la Constitución, las leyes y los Decretos, que rigen la Justicia Colombiana.

Las personas mayores somos más de siete millones en Colombia y para el 2030 serán diez millones, esto significa que este grupo etario, representara cerca del 20% de la población colombiana, esto a pesar del exterminio que los fondos de pensiones están haciendo, con los pensionados, a los cuales les niegan la pensión y los ponen a padecer un verdadero CALVARIO, hace unos días publicaba el Espectador esta noticia “Corte Constitucional regaña a COLPENSIONES por otorgarle la pensión a un hombre de 78 años  el regaño  porque este humilde hombre durante 16 años lucho por obtener su merecida pensión y la disfrutara por un corto período, se imaginan a este pobre pensionado contratando abogado para compartir con el, las mesadas pensionales que le negaron durante diez y seis años ?. Ahora hay Fondos de pensiones que demandan a un pensionado dos y tres veces y los directivos son premiados por el Gobierno, incluyendo el actual, reeligiéndolos indefinidamente por el hecho de que le están recogiendo dinero al Estado, como fruto de lo que le arrebatan a los pensionados.

Por esa razón esperamos del Gobierno que reglamente la Ley 2055 del 2020 y ponga personas idóneas y con sentido social, que escuche al pensionado y que las oficinas de los Fondos de pensiones dejen de ser cajas de cristal cerradas a las que solo se pueden entrar con sofisticadas tarjetas de seguridad y donde el pensionado no puede ser recibido, a pesar que algunos Fondos se les adorna con el remoque de FONDOS DE PREVISIÓN SOCIAL

Las Personas mayores en Colombia tenemos el sagrado derecho de ENVEJECER CON FELICIDAD.

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