Una semana agitada por el archivo de la reforma a la salud y las intervenciones a la EPS Sanitas y la Nueva EPS, así como la solicitud de liquidación voluntaria de Compensar EPS, termina con la afirmación del presidente de que la iniciativa “aún se puede salvar” en el Congreso. El mandatario volvió a señalar que integrantes del Legislativo que recibieron financiación de empresas aseguradoras no tendrían que haber votado en la Comisión Séptima.

Por medio de una publicación en X, Petro explicó que su Gobierno no había sido el culpable del hundimiento de la reforma, sino que fueron “3 o 4 congresistas” que “le hicieron mayoría” a la oposición y que “estaban impedidos para votar mientras no se resolvieran sus recusaciones”. El presidente se refiere a Norma Hurtado Sánchez (Partido de la U), Josué Alirio Barrera Rodríguez y Honorio Miguel Henríquez Pinedo (ambos del Centro Democrático), cuyas recusaciones se debían votar en la Comisión de Ética.

Según el mandatario, el reglamento del Congreso establece que estos mismos senadores declaran su conflicto de interés al “haber recibido donaciones de EPS o de sus dueños, entre otras, extranjeros, cosa que la Constitución prohíbe”. Al no hacerlo y sin haber pasado por la finalización del proceso por sus impedimentos “votaron en contra de la reforma” con “afán inusitado”.

“A la reforma la hunde en la Comisión VII, no el Gobierno, sino una ruptura de la ley, que ya las autoridades competentes investigarán. Por eso dije que la reforma no fue hundida ni por el pueblo ni por el Congreso. El intento de hundimiento lo hizo una multinacional de manera profundamente irresponsable”, aseguró.

Así, volvió a defender su propuesta para cambiar el sistema de salud e insistió en que la apelación presentada por senadores del Pacto Histórico, entre ellos Martha Peralta y Wilson Arias, sobre la decisión de la Comisión Séptima podría revivir la reforma: “si el Senado toma una decisión responsable con el país, en otra comisión, continuará el esfuerzo de concertación”.

En caso de que eso no ocurra, dice el presidente, “las EPS quebrarán” mientras el Gobierno “traslada los afiliados [a una EPS] tras otra, que es lo que hicieron los presidentes anteriores”. Enfatizó en que la estrategia de “dar más plata” no funciona, pues esta “se evapora” y ese proceso solo deja “pacientes muertos y un Estado quebrado y saqueado”.

“Si el Senado no es responsable y hunde la reforma, bajo las actuales normas y, con muchas dificultades, haremos una transición hacia un régimen mejor, con ayuda de las víctimas del sistema: el Estado, los pacientes las clínicas públicas y privadas a las que se les debe dinero, el personal de salud que demanda más estabilidad, y las EPS que mantienen balances sanos y que son conscientes de este problema”, finalizó.

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