La Ley 2381 de 2024, “Sistema de Protección Social Integral para la Vejez, es una reciente norma colombiana que establece un nuevo marco para garantizar la protección social de los ciudadanos en estas contingencias, buscando extender la cobertura del sistema y asegurar un nivel básico de seguridad de ingresos.

José Antonio Ocampo, ex Ministro de Hacienda, como uno de los autores del proyecto original de la reforma pensional, en cooperación con el Ministerio del Trabajo resaltó lo siguiente sobre la Ley 2381 de 2024:

(…) La reforma introduce tres elementos sustantivos que representan un avance. El primero es que corrige los problemas que tiene el sistema de dos regímenes diferentes que introdujo la Ley l00 de 1993: uno de reparto, a cargo de Colpensiones, y otro de capitalización individual, a cargo de los fondos de pensiones. (…)”  

A su vez, sostuvo que la aprobación de esta ley es un paso positivo para el país, pero quedan muchos temas pendientes que deberán ser objeto de atención en reformas futuras.

En igual sentido, el prestigioso diario “La República” ha expresado en el editorial del día 23 de septiembre del presente año:

La reforma más ambiciosa es la pensional que está a un milímetro de volverse ley y que instala en el país el sistema de pilares, con una centralización de todas las pensiones en Colpensiones y un fondo administrado por el Banco de la República.”

Estos son solo dos conceptos de los muchos expresados por notables economistas del país que indican que esta ley beneficiará a más de tres millones de personas mayores en condiciones de vulnerabilidad y le dará firmeza a un sistema pensional amenazado por el cambio piramidal en la composición de la sociedad, donde cada año la población de personas mayores aumenta y las personas en edad productiva disminuyen por la descendiente tasa de natalidad y porque cada año más de trecientos mil jóvenes abandonan el país, con lo que a futuro tendremos un sistema pensional desfinanciado.

En conclusión, la ley de reforma pensional es muy útil y necesaria, con el pecado de haber sido iniciativa del gobierno de Gustavo Petro, razón por la cual, el Partido Centro Democrático y la “potra desbocada” Lina Garrido, luchan y se rasgan las vestiduras tratando de que la Corte Constitucional escuche sus argumentos para declararla inconstitucional, sobre el único argumento de vicios de procedimiento, haciéndose los ciegos ante las bondades de esta ley y los sordos ante los clamores de millones de adultos mayores en condiciones de vulnerabilidad, ansiosos de poder recibir $225.000, que les mitigarán el hambre y aliviarán parte de sus necesidades insatisfechas.

¿Será que en el Partido Centro Democrático no hay personas vulnerables?

Ahora, también una Representante a la Cámara, que anteriormente solo la conocían en su casa, trató de hacerse célebre por hablarle duro al Presidente Petro en la sesión de instalación del Congreso de la República y anda como “POTRA DESBOCADA” tratando de dictarle cátedra al Señor Procurador General de la Nación, Dr. Gregorio Eljach, diciendo que está prevaricando por emitir un concepto donde expresa que la Cámara de Representantes sí cumplió con los requerimientos que establecen las normas y la Corte Constitucional.

Se le olvida a la “potra desbocada” que este gran Procurador estuvo 12 años en cabeza de la Secretaría General del Senado de la República y puede recitar de memoria la Ley 5 de 1992, norma que ella, estoy seguro, no ha leído.

Sra. Representante, pregunto, ¿Será que sus selectos votantes excluyen a las personas mayores?, ¿Se le olvida que en Colombia somos siete millones y que en su departamento muchos se beneficiarían de esta Ley?, la invito a dejar el odio por Gustavo Petro, usted manifestó, que votó por él y ahora en forma tardía y sin remedio se arrepiente, deje de tratar de buscar adeptos a través de imponer su errado criterio sobre algo que beneficia a muchas personas mayores.

Esperamos que la Corte Constitucional, que ha gastado más de un año estudiando una demanda, que ha cometido errores de procedimiento cuando no se percató de un impedimento, y que después de seis meses de trámite tuvo que empezar de cero, ahora de forma juiciosa y sin escuchar las pocas voces que piden su derrumbe, decida sobre sus bondades y necesidades con su pronta declaratoria de constitucionalidad y no escuche las voces que por el solo deseo de apalear al Presidente Petro, resulten golpeando a millones de personas mayores, que entonaremos una voz de repudio sobre los que nos miran con desprecio por tener los cabellos plateados por el paso de los años y que ahora solo miran nuestro voto para su beneficio.

Hay que oponerse a lo malo, pero dejar que lo bueno siga su camino y cambie positivamente el destino de muchos colombianos.

Si la Ley de Reforma Pensional se cae, Petro tendrá el discurso perfecto para su campaña de 2026, mostrar que él ama a las personas mayores, y el Centro Democrático y la “potra desbocada” odian a los arrugados y canosos, olvidando que los cabellos plateados están de moda.

Permítannos a las personas mayores ENVEJECER CON FELICIDAD.

Antonio Cano García

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