Titular apoyado en las recientes encuestas de las empresas Guarumo y EcoAnalítica, firmas especializadas en sondeos de opinión e investigaciones sociales, en las que, CARLOS FELIPE ‘PIPE’ CÓRDOBA LARRARTE, lidera con de más de 25 puntos la intención de voto, según el resultado difundido por Red + noticias. Crecimiento exponencial indicativo de la acogida que el nombre de  ‘PIPE’ ha tenido como correctivo del revés que para Colombia ha representado el lunático Gobierno que, en connivencia con el grupo de psicópatas han orquestado actos de corrupción y violentas algaradas causantes de incalculables daños que han descuadernado irreparablemente al país, sumido en la indefensión.

Como antídoto ha surgido la precitada, pundonorosa, fresca figura en comento, con la cabeza bien puesta, mejor equipada -intelectual, ideológicamente hablando-incontaminada, independiente, coherente, sin peros, reparos, tachas, alejado de la izquierda radical empoderada por el aprendiz de brujo, de dictador -Gustavo Petro- connivente con las bandas del crimen organizado; Segunda Marquetalia, aliados colmados de beneficios, ceses al fuego, resguardos, correspondidos con el presunto, repudiado, magnicidio de Miguel Uribe.  

Abusos y tropelías urgidas de enfrentar con una persona con el perfil delineado, que ha tomado -en buena hora- la delantera en el referido sondeo efectuado antes de la ejemplarizante, espontánea, exaltada decisión de ‘PIPE’ de practicarse el examen toxicológico, cuyo inequívoco resultado conoció la opinión, que buscó brindar la confianza, integridad, solvencia moral, transparencia que los electores reclaman de sus gobernantes, burladas por el desenmascarado, oscuro, postizo fanfarrón de marras, que como el diablo a la cruz, ha rehuido, manera única de despejar las fundadas dudas sobre su adicción, sembradas por sus más cercanos alfiles; prueba que debiera convertirse en prerrequisito -sine qua non- para aspirar, ocupar la presidencia.

Virtuosidades que adornan sobradamente a ‘PIPE’ que, añadida su habilidad y solvencia moral, lo capacitan para confiarle el destino de la nación, lo cual contrasta con el disoluto pasado, conchudez, desvergüenza de Petro, que lo llevaron a calificar -sin sonrojarse- a sus itinerantes, prontuariados secuaces, como “buenosincomprendidos muchachos, faltos de amorvíctimas del Estado burgués, explotador, oligárquico”; manera de honrar la asumida condición de “símbolo de la unidad nacional” señalada por la Constitución -artículo 188-, que lo convirtió en estandarte de la fractura social, en punzante agitador de la lucha de clases, en sicario moral de la por él llamada despectivamente: “perfumada, codiciosa, esclavista oligarquía explotadora de ‘su’ pueblo” del que se autoerigió en redentor.

Asfixiante, burda, insufrible política de cloaca y odio, cómplice con sus parientes ideológicos reclutados de las madriguera de criminales -convictos y confesos- y de las mazmorras, rejuntados en el ‘pacto de la Picota’, ‘blanqueados’ como ‘promotores de paz’, pletórica, orgullosamente exhibidos en la Alpujarra, a los que, como cereza sobre el pastel, escudado en el espurio mandato popular -inducido por el mercenario jurídico, Eduardo Montealegre- propone rebajarles las penas; atorrante, idiota útil que como min-Justicia radicó en la Cámara de Representantes, la oprobiosa, recalzada, sesgada, esperpéntica propuesta, la reforma de la Ley de Justicia y Paz; bofetada infligida a los revictimizados militares y policías -muertos, mutilados, heridos- que lucharon, dieron su vida por la patria, la paz, la democracia.

¡Honor y gloria a su memoria!  

Totalitarismo desde sus orígenes manchado de sangre y corrupción; pensamiento único impuesto por la cotorra de Petro, a sus lacayos como norma, ideología dominante, mientras trata a la oposición -legal y pacífica-, no como‘contradictores’, sino como ‘enemigos’, a los que intimida, maltrata, igual que al vilipendiado Congreso, violentadas altas Cortes que considera apéndices del Ejecutivo, obligadas a avalar sus plebeyos, prohibitivos despropósitos; independencia, obstáculo institucional descalificados con ponzoñosos, soeces, virulentos epítetos, como conspiración, golpe blando, extendidas a los periodistas y medios que cesan de batir el incensario.

Situación que con unidad de propósitos, fuerza del voto, ‘PIPE’ promete corregir -con la autoridad que le imprime la condición de candidato de consenso  a la que aspira, del buen juicio, capacidad administrativa, experiencia demostrada; como devolver -en democracia- la confianza, majestad a la presidencia; el respeto a las reglas juego; a priorizar -sin conciliar con la corrupción- la agenda social; en tomar las medidas -sin arredrarse- por dolorosas, duras que sean, que restablezcan la autoridad, el orden, la seguridad, fundamentos del buen gobierno.

Garantizar el CAMBIO pisoteado por el engreído engañabobos, por quien -sin ser santo de mí devoción- voté, absurda, erróneamente con muchos colombianos, encandilados -qué duda cabe- por sus falsas promesas; pifia -implícitamente reconocida- que expiaremos con la auroral elección del descollante, disruptivo, lúcido, talentoso ‘PIPE’ Córdoba, quien consumió su primera juventud -lo digo con conocimiento de causa, con meridiana claridad- capacitándose, contrario a Petro que la dedicó a la aventura guerrillera.

Incesante esfuerzo que tempraneramente lo tornaron en símbolo de lucha; en acatado, austero, combativo, respetado dirigente, con vuelo propio; en curtido político de fuste, con sensibilidad social, comprometido con los ideales de justicia, rectitud, tolerancia, fortalecidas en su paso por el ejército, que lo acreditó como oficial de reserva.

Tangible bagaje al servicio de la causa que convoca al país, probado en el desempeño acrisolado de las altísimas posiciones ejercidas, la última, como contralor general de la República, cuya aplaudida, infalible gestión, dejó profunda, indeleble huella, soporte de la invitación a volver a confiar, a soñar en un gobierno que encare -preponderantemente con mano dura- las desbocadas: criminalidad, extorsión, secuestro, generadoras de la incesante inseguridad, resultas del desinterés, negligencia -punibles- del calamitoso, cleptómano, ideologizado, perverso, prostituido, vacío Gobierno, apalancado por el todo vale, la maloliente corrupción.  

Siempre al final del túnel hay luz. El petrismo está herido, pero aún no está muerto, sigue atacando, corrompiendo.

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