Cuatro meses después de que el Gobierno de Gustavo Petro sufriera su más dolorosa derrota política, con el hundimiento de su primera reforma a la salud en su tercer debate, esta semana iniciará su segundo intento por cambiar el sistema de salud. Una ex ministra de Salud y dos ex ministros del Interior ya lo intentaron sin éxito, pero ahora una serie de ingredientes aumentan la expectativa.

La idea es clara: cambiar del cielo a la tierra el sistema que lleva 30 años construyéndose, con aciertos y errores, con una marcada presencia estatal y relegando al sector privado. Sin embargo, la Casa de Nariño aún no se decide cómo hacer para dar bien el primer paso para esto, que es presentarla al Congreso de la República.

Desde que radicaron la primera reforma se les dijo hasta la saciedad que por tratarse de un proyecto que tocaba un derecho fundamental -como el de la salud- cualquier proyecto en ese sentido tenía que ser presentado como ley estatutaria y no como una ley ordinaria.

En palabras sencillas, una estatutaria necesita más votos para ser aprobada que una ordinaria (necesita de la mitad más uno de los votos de los congresistas) y tiene un plazo de una legislatura pare ello (de julio a junio).

Al respecto, el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, sostuvo que el proyecto se radicará por la Cámara de Representantes, pero que aún siguen evaluando si lo radican como proyecto de ley ordinaria o ley estatutaria.

De hecho, a la fecha ya se han radicado dos proyectos de reforma a la salud por parte de la oposición y sectores independientes, pero como ley estatutaria.

“Seguimos escuchando a los diferentes sectores y estamos avanzando, el Gobierno hizo un acuerdo con las EPS del régimen contributivo y subsidiado el semestre pasado, esa es la base del nuevo texto, pero el ministro seguirá escuchando a los pacientes, a los hospitales y se sigue trabajando sobre el texto que esperamos tener la semana próxima”, afirmó Cristo.

No obstante, a diferencia de los anteriores ministros del Interior -Alfonso Prada y Luis Fernando Velasco-, Cristo tiene una marca probada y sigilosa con esta reforma, incluso desde antes de ser ministro o siquiera sonar para el cargo.

Como lo contó EL COLOMBIANO, esto consistió en las asesorías que Juan Fernando Cristo le brindó a Gestarsalud, el gremio de EPS del régimen subsidiado de salud, y que culminó con el acuerdo con seis EPS (Mutual Ser, Coosalud, Salud Total, Capital Salud, Familiar de Colombia y Cajacopi), que se subían al bus de la reforma

Esto lo hizo público -aunque sin que se mencionara a Cristo- el ministro de Salud, Guillermo Jaramillo, en Cartagena después de un desayuno en el que participaron los representantes de esas aseguradoras, en donde mostraron su intención de convertirse en gestoras de salud, cuyas funciones serían menos riesgosas financieramente, pero con un pago asegurado.

“El Gobierno hizo un acuerdo con las EPS del régimen contributivo y subsidiado el semestre pasado y esa es la base del nuevo texto, pero el ministro seguirá escuchando a los pacientes, a los hospitales y se sigue trabajando sobre el texto que esperamos tener la semana próxima”, recordó Cristo.

Desde el Congreso, sin embargo, advierten que el ministro del Interior se anda con cautela para radicar la reforma. “Nos ha dicho que no quiere presentar proyectos en los que no se tenga consenso previo, entonces no ha mostrado qué tienen para proponer porque tampoco quiere fracasar, viendo lo que le pasó a los anteriores ministros con esta reforma”, expresó el representante a la Cámara Hernán Cadavid.

Por otro lado, contó que aún es una “duda completa” en qué comisión se radicará y si será estatutaria y que “el ministro no quiere abrir un frente de pelea” a raíz de esta reforma.

Por esto último, Cristo se reunió la semana pasada con Acemi (Asociación Colombiana de Empresas de Medicina Integral), que es el gremio de las EPS del régimen contributivo, y su presidenta ejecutiva, Ana María Vesga.

Esta última le confirmó a EL COLOMBIANO que hace dos semanas se reunieron con el ministro del Interior para hablar de la reforma, “de los temas en los que hay acuerdo y los que no, pero con el ministro de Salud no ha habido contacto”.

Aún así, Vesga ha mantenido que el panorama actual del sector salud es otro distinto al de febrero de 2023, cuando se presentó la primera reforma a la salud, pues la incertidumbre es lo que reina con seis EPS (entre estas Sanitas) intervenidas por la Superintendencia de Salud y dos de las consideradas mejores, Compensar y Sura, pidiendo su desmonte o retiro del sistema.

Este diario consultó con el ministro Juan Fernando Cristo si hay fecha para la radicación de este proyecto, pero no respondió. Aún así, Ana María Vesga indicó que, según dijeron en la reunión que tuvieron, presentarla esta semana “es el objetivo”.

“El texto final no lo conocemos, pero de lo que ha circulado extraoficialmente tenemos inquietudes, como falta de claridad en roles y responsables, riesgo financiero del sistema y exceso de funciones en la Adres (Administradora de Recursos de la Salud)”, agregó Vesga.

Lo extraoficial que menciona la líder gremial es un borrador filtrado desde abril que contiene 47 artículos y que, en el fondo, sigue sosteniendo que la transformación de EPS a gestoras de salud y vida implican que tengan más plata y menos funciones, que son fundamentales para el sistema de salud. Algunas de estas son la gestión del riesgo financiero y el riesgo en salud, que la desempeñan por medio del control del gasto en salud. Es decir, que la plata de la salud alcance año a año.

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